¿Qué es aquello que llevas tiempo deseando, y aún no llega a tu vida aunque sientes que va a venir?
Recuerda, para abrir una nueva etapa hemos de poder despedir la anterior, y para ello nos ayuda conocer a la Diosa Maat, la Diosa de la Justicia y la Verdad en el Antiguo Egipto.
El mito cuenta en los textos funerarios que cuando alguien dejaba el cuerpo físico al morir, su alma llegaba a la balanza de Maat. Allí su corazón era colocado en uno de sus brazos y mientras el otro sostenía la pluma de avestruz de la Diosa. Si el corazón pesaba más que la pluma, significaba que aún tenía impurezas y debía volver a la vida. Así podría alinearse en coherencia con su verdad y de esta forma generar armonía, ligereza.
La balanza también es el símbolo de la constelación de Libra: el equilibrio que crea la simetría, la belleza: la armonía a la que aspira un universo en caos, la armonía a la que aspiramos todas y todos en nuestra vida y que deseamos para el mundo en que vivimos.
Pero, nada es gratis, sino que llega a través de un viaje de transformación constante que hemos de permitir. Pueso que el caos es el estado previo al orden en el universo, y nadie puede llegar a un nuevo estado del ser negando el anterior.
Entonces, cual es el problema,
¿por qué seguimos con tanto caos a nivel personal y/o colectivo?
Volvamos ahora a la Balanza de Maat. Si su mito nos trae el valor de la verdad y justicia desde la antigüedad, y aspiramos a ellas, ¿por qué nos resulta tan difícil?,
La búsqueda de la verdad nos llevó a decir mentiras que parecían verdades, para aparentar, para no mostrar lo que hay. La búsqueda de la justicia nos llevó a erigirnos como jueces de los demás y también de nosotras mismas, poniendo una carga extra que en nada se parece a la ligereza de Maat.
Eludimos la propia responsabilidad cuando pensamos que los demás también lo hacen. Pero no quiero que esta reflexión se sienta ya pesada para la lectora o lector. Porque estamos acostumbrados a ponerle una carga extra a todo lo que conlleva responsabilidad.
No ves mi cara sonriente mientras escribo, y quizá te surja la duda:
¿Será verdad que estoy ligera mientras hablo de algo así?
Me gustaría, y pongo mi corazón en ello, liberar cualquier carga emocional para escuchar desde ese corazón ligero del que nos habla Maat.
Entonces, tratemos de dejar el juez interior a un lado, ese que te juzga por tu belleza o armonía externa, que te dice que no eres suficiente o que lo que haces no es suficientemente bueno…
Libera tu sonrisa, tus ganas de explorar, conocerte y amarte.
Permítete reírte de ti misma y luego te invito a lanzar unas reveladoras preguntas:
¿Te aceptas a ti misma tal y como eres?
¿Acaso no estamos negando la verdad y la armonía cada vez que rechazamos nuestro estado actual?
Quizá pienses que aceptar es conformarse, o resignarse, como si una ya no tuviera que “aspirar a verse desde una mejor luz, o transformarse. Pero aceptar tiene que ver con poder mirarnos con buenos ojos tal como ahora misma nos percibimos.
Aceptar es poder contemplar en calma lo que hay, y aquí entra la Diosa Maat llenándolo todo con su bella energía. Si quieres profundizar quizá quieras conocer el viaje interior: Volver a Casa.
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¡A esa familia se bienvenida/o!
