Desde siempre me sentí un tanto Artemisa, pese a no conocer nada sobre esta diosa vinculada a los terrenos naturales y la Señora de los Animales. Me recuerdo que a los 15 años llevando de paseo a mis perros sin correa ni collar (entonces estaba permitido) y ellos me seguían hasta que salíamos de mi ciudad: León, y nos adentrábamos al pinar cercano sobre unos montes dorados que recuerdan en pequeñito al Gran Cañón del Colorado.
Entonces, a veces había fricción con otros perros (que también estaban sueltos) y cuando llegaban a enganchar sus fauces, ahí iba yo, y con mis propias manos las separaba. Tenía una seguridad tal en que esto era lo natural que nunca me mordió un animal.
Pero dejando a un lado mis "batallitas", me llamó la atención conocer que a la Diosa Artemisa se la representa como cazadora que lleva consigo una jauría de sabuesos, allá por los montes donde se adentra, pues ella es la Señora de las Bestias. Y más sorpresa me dio descubrir (cuando volví a mi tierra hace 3 años) que estos montes eran en tiempos antiguos, lugar de veneración a esta diosa, pues la adolescente salvaje sigue viva ya que cada día que pasa me siento más cercana al mundo animal. Quizá fuera la práctica chamánica en Guatemala o mi propio enraizamiento en la Madre Tierra, el viaje interior Volver a Casa… el caso es que me voy sintiendo amada por ell@s, están presentes en mis sueños y en mi vida de una forma especial, sobre todo las especies salvajes. En estos últimos años, la cierva-rena ha tomado un lugar especial.
¿Por qué justamente ahora traigo a Artemisa?
Hace unos días me enfrenté a lo que para mí era un reto, acepté ser entrevistada y grabada en directo en una larga videoconferencia sobre Los Pilares de la Vida que duró casi 2 horas. Todo un desafío para mi parte más tímida y responsable el saber que mis palabras llegarán a miles de personas en el mundo. Pues bien, justo cuando íbamos a empezar, mi entrevistadora me mostró una imagen de Artemisa con su flecha y uno de sus animales.
Cuando terminamos me di cuenta de quién era ese animal que estaba tras la diosa. Era la mismísima cierva, el animal que en los últimos años me abre el corazón de una forma inexplicable. Siento que la Cierva está atravesando caminos interiores para traer a la superficie de mi misma su gentileza, belleza, sensibilidad, libertad…
Artemisa, una de las diosas más antiguas veneradas en Grecia y que pasó a Roma con el nombre de Diana, tenía un origen más antiguo en Éfeso cuya imagen era la de una mujer llena de pechos, evocando el arquetipo de la Gran Madre, la esencia pura de la feminidad. Esencia que sobrevivió a través del mito, cuando narra que nada más nacer ayudó a su madre a traer al mundo a su hermano gemelo Apolo, durante los 9 días que duró el parto. A partir de ahí conocemos su historia que nos llega como la doncella arquera, que sabe lo que quiere y lo llevará a cabo pese a quien se ponga por delante, aunque también asociada a los misterios de la noche, pues se considera la emanación de la Luna misma.
Buscando información encontré el mito de Cerinea, la cierva de Artemisa. La historia cuenta cómo la diosa está buscando 5 ciervas para que tiren de su carro y Cerinea es elegida como una de ellas pero siempre logra escapar. Consagrada por Taigeta desde Pleyades, es un ser amado por la diosa, motivo por el cual Euristeo y Hera que quieren vengarse de Hércules, le encargan el fatídico trabajo de traerles a Cerinea, esperando así que la ira de Artemisa caiga sobre él. Tras un año en que el héroe persigue a la cierva, finalmente consigue cazarla, mas Artemisa le perdona, pues el daño que le ha hecho ha sido pequeño y la venganza se frustra.
La imagen de la Diosa Cierva se conserva en distintas culturas alrededor del mundo, también como animal liminal. Esto quiere decir que es guía al otro lado del velo…
Adentrarme a conocerla me ha inspirado para el próximo Círculo de Luna Llena, que celebraremos el miércoles 2 de Septiembre de 2020 en nuestra Plataforma Online de Creadoras de Cultura.
Por si aún no lo sabes, nos estamos reuniendo en cada Luna Llena y Luna Nueva en un espacio de bienestar femenino que acoge a aquellas mujeres que resuenan con nuestra labor como Creadoras de Cultura.
Esta Luna Llena en Piscis es soñadora, mística e intuitiva en su mejor versión. De ahí que en nuestro Círculo de Luna la propuesta sea dejarnos bañar con la luz dorada de la Cierva, con las cualidades que evoca adentro.
Guiaré una visualización a modo de viaje al encuentro de la Cierva Interior, esa parte llena de pureza y también de fuerza que no se deja cazar, ni va a ser el blanco de la ira ni la manipulación de otros, pues sabe que es sagrada y es principio generador de vida, de Belleza y Gracia.
PARA ESTE CÍRCULO NECESITARÁS
Como siempre traer el corazón abierto :), una velita amarilla o dorada, o del color que tengas y un cuenquito con agua.
Si puedes y quieres, un pañuelo para poner sobre la cabeza, mientras realizamos el viaje interior
Si tienes aceite esencial de magnolia,¡tráelo! también lo utilizaremos en el próximo Círculo de Luna Nueva.
QUÉ TE VA A APORTAR
Entraremos a un espacio de confianza donde abrir camino a tu Cierva Interior. Guiado para escuchar una parte de ti misma que ahora quiere hablarte...
QUIÉN PUEDE PARTICIPAR
Dado que utilizamos técnicas de acceso al inconsciente de una forma grupal y no individual, esta actividad está contraindicada en patologías mentales y estados de ansiedad. Si este es tu caso, busca un apoyo psicoterapeutico adaptado a tu situación.
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