Comprometerme con la Vida fue lo que me trajo hasta aquí

Quizá porque nací en el Camino, me he sentido siempre peregrina. En el cielo brillaban las estrellas, era el 8 de diciembre en León, fiesta en honor a María, y ese fue el nombre que, desde el amor de mis padres, recibí.

Cuando nací era hermosa, pero ya en los primeros años enfermé y me volví flaca y cheposa. Fui excluida y aprendí a sobrevivir callando. Nadie supo de las situaciones de alto impacto emocional que vivía, ni siquiera mis padres, de modo que me fui volviendo débil por fuera, y gracias a mí conexión espiritual, fuerte por dentro.

Lo que te quiero compartir es que me volví tan tímida que dejé hasta de hablar y al no funcionar en el colegio todos  a mi alrededor pensaron, y yo también, que no valía.

Pero no todo estaba perdido. A pesar de mi déficit a los 16 años se abrió un camino laboral para mí como aprendiz de mecánico-electricista.

Dos años  después  mi madre falleció casi repentinamente. Ella también sufría en silencio hasta el punto de no soportarlo. Casi nadie se daba cuenta, pero yo vivía fusionada con su dolor. Fue un gran shock para mí.

Al morir mi madre también ocurrió algo inesperado y hasta mágico, porque mi vida comenzó a mejorar. Era como si el alma de mi madre hubiera estallado en una  luz  tan inmensa que irradiara a la mía propia, pero de eso me di cuenta más  tarde.

Retiros en la Naturaleza

LA MUERTE DE MI MADRE ABRIÓ UN CAMINO DE SANACIÓN

Con el corazón en un puño salí de mi hogar para adentrarme al mundo ferroviario como Ayudante de Telecomunicaciones, era 1986, mi destino estaba a  1000 kilómetros. Una nueva vida donde era la única y a la vez primera mujer dentro de un entorno laboral en que solamente había hombres  mucho mayores que yo, para el que estaba muy poco preparada.

Sobreviví y me hice más fuerte.

Pero, ¿Dónde quedaba  mi energía femenina?

No tenía lugar en este mundo, al igual que no tuvieron lugar mis palabras, ni mi madre.

Quería estudiar psicología, comprender tantas cosas, pero me sentía incapaz.

Años después, lo hice.

Ya estaba viviendo en otro lugar, casada y a punto de concebir. No quería repetir la historia  de mi madre. Tomé  toda esa  fuerza interna y no solo me Licencié sino que obtuve casi un sobresaliente de nota media.

Tuve 2 preciosos hijos y con mi maternidad se abrió “la caja de pandora” de mi linaje familiar. Todos mis  recursos eran pocos, surgían tantos problemas, a cada día, a cada paso… tenía que resolver.

Inicié mi propia psicoterapia, indagué en la Hipnosis  Terapéutica, en la Gestalt, hice dos formaciones en Constelaciones Familiares, y luego llegó lo Sagrado Femenino a través de la Rueda de la tradición de Avalon.

taller constelaciones la madre

En 2010 terminaba  mi matrimonio,  salía de un quirófano, vendía mi casa, y poco después dejaba  mi trabajo ferroviario. Deprimida,  medio postrada  y  con dos  adolescentes  a quienes se les  acababa de quebrar su mundo, inicié mi nueva vida.

Seguí investigando sobre psicología arquetípica, antropología,  leí a las grandes y comencé a comprender que gran parte de las dificultades por las que pasamos las mujeres tienen una raíz en el pasado cultural. La herida más profunda llega a través de la cultura, en una herencia patriarcal. Por es tan importante recordar cómo era antes, para apoyar la vuelta al equilibrio.

En otoño de 2011 algo enraizó. Lo llamé: Volver a Casa, Viaje Interior Hacia Ti Misma, una experiencia de transformación a través de la Rueda de Avalon que ha ido creciendo con los años y que ahora ofrezco Online.

En 2012 conocí al chamán maya Omrael Norbert Muïj y acepté su invitación a adentrarme en el CORAZÓN DE GUATEMALA. Allí recibí una preparación espiritual como SER PUENTE.

Ser Puente es una dedicación al equilibrio entre las partes, tanto en la propia psique como en las relaciones  personales como a un nivel más  global.

POCO DESPUÉS FUE GLASTONBURY AVALON, EL LUGAR SAGRADO QUE ME RECIBIÓ. Allí se abrió para mí “El Mundo de la Madre” y supe que quería acercar a las mujeres a esta espiritualidad.

CON EL TIEMPO YO TAMBIÉN VOLVÍ A CASA. AHORA VIVO EN MI PRIMER HOGAR

Desde aquí he creado un espacio de encuentro y sanación  que es al a vez una Escuela de Sabiduría Femenina. Lo llamo:

Creadoras de Cultura

creadoras de cultura

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS HE  SIDO PONENTE INVITADA A GRANDES EVENTOS PARA LA MUJER

He pasado de sentirme incapaz de articular palabra en grupo a facilitarlos como terapeuta y de ahí  a ponerme delante de  una centena de personas para ofrecer un taller o ceremonia en grandes encuentros como Terra Mai y Mujer Raíz, o de 60 personas en Tierra de Lunas.

He guiado viajes a Glastonbury Avalon en Inglaterra y he seguido viajando a lugares sagrados, en una tarea de activación de su energía original, para que la energía femenina de cada territorio vuelva a brillar. Los Andes colombianos, la Riviera Maya Mexicana, Isla Mujeres, Creta, los Templos del Nilo o las Pirámides de Egipto son algunos de ellos.

Mi madre vive ahora dentro de mí de una forma diferente, ahora siento sus dones, su capacidad creativa y el disfrute de los talleres que compartía con otras mujeres. Ella  irradiaba la belleza de la Naturaleza cada vez que íbamos al pueblo, a la playa o recogíamos hierbas para hacer medicina. Ella hace a través de mis manos, besa desde mis labios…

Me encontrarás colegiada  CL- 4792 con el nombre de María Inmaculada de la Iglesia Ferreras (mi nombre de pila)

Otro día te contaré como adopté el nombre de Gabriella y Robles, apellido de mi abuela.

La mayor herida es la que nos separó de la Naturaleza como Madre

De aquí el nacimiento de Creadoras de Cultura

El proceso de sanar la pérdida de la madre personal es parecido a lo que nos pasa a nivel cultural. Se nos dijo que todos somos hijos de un Dios  Padre, y nos faltó una Diosa Madre como un espejo en el que podre mirarnos y reconocernos, así poder amar nuestro cuerpo.

El Movimiento Mundial del Despertar Femenino

El legado  de las mujeres feministas que abrieron el paso hacia una  igualdad de oportunidades  (y lo siguen abriendo) necesita añadir una mirada amplia que abarque la raíz invisible del inconsciente colectivo. No podemos resolver un problema desde la misma mente que lo creó, por ello necesitamos cultivar la energía femenina, pues contiene el acceso a lo que se perdió.

Por eso he seguido profundizando en el enfoque Transpersonal, en Técnicas de Respiración, Meditación y de Sanación Femenina. 

Desde 2013 llevo a cabo el ciclo de talleres de Constelaciones Familiares:  Los Pilares de la Vida  en distintos lugares de la geografía española, hacia la sanación de nuestros vínculos de raíz con mamá, papá, la niña interior y la pareja interior. Poco después fundé la Tienda Roja Luciérnaga y cofundé el centro sanitario holístico AMA en Zaragoza.

Entre 2016 y 2017 amplié mis recursos de facilitación con el innovador Process Work  cursando el primer año en el Centro de Transformación del Conflicto Humano de Madrid.

En 2020 nace Creadoras de Cultura y en 2022 cobra vida la Escuela de Sabiduría Femenina

Referentes

De todas aquellas personas que han dejado una huella importante en mi trabajo, destaco a:

Dra. Clarissa Pinkola Estés

por dedicar su vida a la sanación  del alma femenina y la recuperación del arquetipo de la Mujer Salvaje, a través de los cuentos medicina y su análisis jungiano.

Dra. Christianne Northrupp

por tener el coraje de ser fiel a su propia verdad y publicar todo el conocimiento su vida como obstetra dedicada a la salud integral de las mujeres.

Matías de Stéfano

por toda su dedicación y compromiso con la nueva educación. Gracias crear esta gran red planetaria e invitarnos a reconectar y alinear el pensamiento humano.

Bert Hellinger

por mostrarme que la percepción sutil y el estado de presencia son sanadores que traen nuevas posibilidades al alma humana, y por todo el conocimiento que las Constelaciones Familiares, bien entendidas pueden aportar a la trasformación de la conciencia.

Brigit Champetier

Por creer en mis capacidades cuando yo aún no podía hacerlo, y por prepararme para ser una terapeuta "consciente" e impecablemente honesta.

Maureen Murdok

porque con ella me reconocí dentro del viaje de la heroína y pude inspirarme a crear: “Volver a Casa: Viaje Interior Hacia Ti Misma”

Ami y Arnold Mindell

Por su fe en el ser humano y sus procesos aún en las condiciones más adversas. A través de su Process Work pude enlazar mi lado más místico con los desafíos del  mundo en que vivimos.

Omrael Norbert Muijj

por venir a buscarme para ir hasta el corazón de la antigua comunidad maya en Guatemala. Por su guía sabia durante mi entrenamiento chamánico y abrirme la puerta a esta cosmovisión nativa.

Marion Woodman

por llevarnos al mundo de la psique femenina a través de su escritura mitopoética y estudio de los sueños como analista junguiana.

Venerable Dhyani Iwahoo

por ser la portadora de la sabiduría ancestral de uno de los pueblos indígenas más armónicos de la Tierra: el Cheroquee, o Tsalagi. Por traer de regreso el Sendero de la Belleza a mi vida.

Broooke Medicine Eagle (Águila Medicinal)

por su capacidad de sanación espiritual y su arte para ayudarme a recordar los misterios de lo femenino que pertenecen a cada mujer por el hecho de haber elegido serlo; y por ser una Cuidadora de la Tierra anciana, sabia y empoderada desde el corazón.

Marija Guimbutas y Vicki Noble

por ser pioneras en la investigación antropológica sobre las antiguas sociedades matrísticas, la divulgación del chamanismo ancestral femenino y el lenguaje de la Diosa.

Kati Jones y Dawn Kinsela

por revivir el recuerdo de una de las tradiciones místicas femeninas más antiguas del mundo: Avalon, y hacerla visible a través del templo de la Diosa y sus ceremonias en Glastonbury.

Krisnamurti

Me inspiró fuertemente conocer su historia y su actitud frente a los grandes desafíos que se le presentaron. Siempre lo he sentido muy cercano a mi alma.